La industria fílmica de nuestro país experimenta momentos de incertidumbre ante la pandemia del coronavirus. A cuatro meses de haber parado por completo las producciones, el Gobierno de la CDMX dio luz verde el pasado lunes a la Comisión de Filmaciones capitalina para autorizar la grabación o filmación de proyectos audiovisuales bajo una serie de medidas que deben seguir para evitar el contagio.
Si bien es cierto que algunas producciones televisivas comenzaron a operar en junio en foros, el ámbito cinematográfico está definiendo si es viable filmar tomando en cuenta la situación sanitaria y el riesgo que conlleva que alguna persona del equipo pudiera infectarse y contagiar a los demás provocando que toda la producción se parara y se registraran pérdidas económicas.
Al estar enfrentando una situación sin precedentes, los creadores cinematográficos están analizando los escenarios que permitan regresar sin poner en riesgo a nadie y están viendo la manera de poder proteger tanto al proyecto como al personal involucrado.
Con la esperanza de que la situación mejore y se encuentre alguna vacuna, algunos productores como Mónica Lozano y el propio Zimbrón, así como el realizador Humberto Hinojosa (Camino a Marte, Luis Miguel, la serie) aseguraron que junto a sus equipos están trabajando y revisando los protocolos a seguir para poder retomar los rodajes en septiembre u octubre, aunque se sabe que la producción de la segunda parte de Sexo, pudor y lágrimas filmó hace unos días algunas escenas que se tenían pendientes para dar por concluido el rodaje.