Ayer se inauguró en Brasil el museo de su futbolista más universal: Pelé. “Se demoró mucho, desafortunadamente. Pero este museo va a eternizar mucho más a Pelé, que ya es eterno”, dijo el exfutbolista Jonas Eduardo Américo, Edú, que jugó con él diez años.
La ciudad de Santos aprovechó los focos del Mundial de Futbol para inaugurar el recinto, con el que da las gracias al exfutbolista por haberle dado un lugar de honor en la historia de este deporte. “Muchos iconos en el mundo tienen un museo: Shakespeare, Picasso… Es muy importante promover la cultura de los grandes personajes de nuestra historia”, resaltó el alcalde de esta ciudad portuaria, Paulo Alexandre Barbosa.
Rodeado de varios ministros brasileños y de antiguos compañeros de hazañas, Pelé dijo estar muy emocionado por el reconocimiento de la ciudad que lo acogió a los 15 años. “No quiero hablar mucho porque empiezo a llorar”, advirtió el exjugador, que vestía un pantalón y camisa beige que le distinguían de los trajes oscuros de las autoridades.
El ídolo quiso compartir el homenaje con sus antiguos compañeros del Santos, el equipo que llegó a dominar el continente y el mundo con las dos Copas Libertadores e Intercontinentales de 1962 y 1963.
Tampoco olvidó a la inolvidable selección de Brasil con la que ganó los Mundiales de Suecia 1958, Chile 1962 y México 1970.
El museo O Rei Pelé, inaugurado el cuarto día de competición del Mundial, fue habilitado en una antigua sede del Ayuntamiento de Santos ubicada junto a su puerto, uno de los más importantes de América Latina y cuyos alrededores se quieren revitalizar.