Investigadores de la Universidad de Tennessee hallaron microorganismos que pueden vivir en un mundo frío y oscuro. Los autores de este trabajo examinaron las aguas y los sedimentos del lago subglacial Whillans, bajo la capa de hielo de la Antártida, y detectaron que ese ambiente extremo sustenta ecosistemas microbianos.
La investigación, financiada por la Fundación Nacional de Ciencias, realizada por Jill Mikucki y sus colegas y publicada en Nature, tiene implicaciones para la vida en otros ambientes extremos, tanto en la Tierra como en el Sistema Solar. El análisis de las muestras tomadas de este lago a 800 metros bajo el hielo muestra que “es compatible con un ecosistema metabólicamente activo y diverso, que vive en la oscuridad a temperaturas bajo cero”. Durante el análisis, los autores de este trabajo publicado en la revista Nature detectaron que este ambiente extremo sustenta ecosistemas microbianos vivos y diversos que soportan la oscuridad y las temperaturas bajo cero.
Además, la investigación también determinó que muchos de los organismos tienen la capacidad de extraer energía de las rocas, usando el dióxido de carbono como fuente de carbono. “Oculto bajo casi un kilómetro de hielo en la Antártida hay una parte inexplorada de nuestra biosfera. El proyecto llamado “Whillans Ice Stream Subglacial Access Research Drilling” WISSARD ha logrado proporcionarnos una visión de la naturaleza de esta vida microbiana que puede vivir bajo más de cinco millones de kilómetros cuadrados en la capa de hielo”, explica Brent Christner, autor principal de esta investigación, la cual ha permitido confirmar por primera vez más de una década de especulación sobre la vida en este entorno.