Por: Espacio Progresista (@ProgresistaMX)
Es común pensar, y con justa razón, que para una gran parte de los políticos el acercamiento a los ciudadanos empieza con los tiempos electorales y termina el día de la elección. Un ciclo que se replica cuando, a falta de reelección, el político busca su siguiente cargo de elección popular sin rendir cuentas ni responder ante su electorado.
Por otro lado, para una buena parte de la población la vida democrática empieza –y termina– el día de la elección. Si bien es común que dentro de cierta población sea una minoría la interesada en la vida política, en México la “mayoría silenciosa” lo es demasiado. Lo preocupante: no solo es silenciosa, es apática; está resignada a usar la voz y la denuncia porque, por lo general, “en México todo se vale” y “nunca pasa nada”.
Espacio Progresista se ha propuesto ser una herramienta que promueva la participación y el involucramiento ciudadano en los asuntos de interés público. Activar el potencial ciudadano y lograr, a través de la creación de conciencia y difusión de ideas, la incidencia efectiva en la elaboración de políticas públicas.
Específicamente, buscamos promover la participación de un grupo al que podríamos llamar clase media mexicana. Si bien es difícil delimitar y definir el término sin la deliberación apropiada, se tratará de sensibilizar a esta “clase media” para que no sólo se involucre e interese en la vida pública nacional, sino que lo haga de manera eficiente e incida en la toma de decisiones. La clase media se presenta como un terreno fértil para lograr la difusión de las ideas progresistas.
Involucrar a los ciudadanos en la vida pública al margen de los partidos políticos es complicado, y hacerlo en un contexto donde los partidos mantienen un monopolio efectivo de la política lo es aún más. Espacio Progresista se propone mantener la distancia apropiada de la política partidista: lo suficientemente alejado para asegurar la libertad de expresión y autonomía de pensamiento, y suficientemente cerca para asegurar un espacio de influencia efectiva. Un espacio de pensamiento político metapartidista.
Además, los esfuerzos de Espacio Progresista están dirigidos a los jóvenes, grupo potencialmente más activo en medios que han demostrado ser eficientes difusores de ideas, como las redes sociales. Se trata de movilizar a un grupo que tiene las capacidades de generar un impacto en el país, no solo por su fuerza numérica, sino por su enorme potencial y capacidades. México es una sociedad joven, y esta juventud se tiene que apropiar responsablemente del debate e involucrarse en la vida pública.
Dirigirse a un sector específico de la población: la juventud progresista. No porque sea el único, ni necesariamente el mejor. Mucho menos porque sea representativo de toda la población mexicana. Sino por el enorme potencial, hasta ahora desaprovechado, que tiene para generar un cambio en México. Tomar la política y los asuntos públicos por los cuernos, porque es un asunto demasiado importante como para dejarlo en manos de los políticos.