Generosidad” y “rigor” son palabras que describen a Guillermina Bravo (1920-2013), quien será homenajeada el próximo jueves 16 de abril en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, a través de un “conversatorio” en el que participarán allegados de la bailarina como Luis de Tavira, Mario Lavista o Rossana Filomarino.
Uno de sus bailarines cercanos, Orlando Schecker, actual director del Colegio Nacional de Danza Contemporánea (Conadaco), del Centro Nacional de Danza Contemporánea (Cenedac), la recordará con estas dos palabras, mismas que detalla en las páginas de Guillermina Bravo, testimonial.
Se trata de un libro coordinado por Elizabeth Cámara, directora del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de la Danza José Limón (Cenidi-Danza), en el que se reúnen las voces de quienes la conocieron y trabajaron con ella; el cual será presentado esa misma noche.
El trabajo se conforma por una serie de entrevistas y textos realizados por investigadores del Cenidi-Danza a personalidades que tuvieron una estrecha relación con la coreógrafa; desde bailarines, escenógrafos y músicos, con un prólogo escrito por Luisa Josefina Hernández, en el que habla de la buena relación que existió entre ambas, que se fortalecía por la pasión en el trabajo logrado.
“Ella reconocía el trabajo de los bailarines sin necesidad de expresarlo verbalmente, más bien lo externaba mediante los papeles que le asignaba a cada uno en una presentación, a partir del trabajo que uno mismo sabía hacer”, explica en entrevista Orlando Schecker.
Además de considerarla una madre, el bailarín subraya que su exigencia para con los alumnos era desde la óptica de cualquier disciplina profesional, pues estaba al pendiente de que todos mantuvieran un peso adecuado, que fueran al médico constantemente y tuvieran una buena alimentación.
En este sentido, para Schecker la misión del Cenedac es darle continuidad al trabajo que dejó Guillermina Bravo, mismo que no sólo permanece en la danza contemporánea, sino en la cultura del país a través de una técnica propia creada por la coreógrafa, la cual sigue formando bailarines.