El pleno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobó este jueves reformas y adiciones a la Ley de Establecimientos Mercantiles para prevenir accidentes ocasionados por el consumo de alcohol, por lo que obliga a los dueños de establecimientos que vendan ese tipo de bebidas a tener aparatos «de aire expirado», los famosos alcoholímetros.
Con 29 votos a favor, dos en contra y cuatro abstenciones, en la medida aprobada se establece como posibles sanciones por no instalar esos aparatos el cierre temporal o hasta definitivo de los negocios, como bares o antros.
Los diputados locales dijeron que estará bajo proceso la creación de un reglamento. En el dictamen aprobado, no se establece ahora que sea obligatorio para los clientes realizarse las pruebas en los establecimientos.
Sin embargo, una de las especificaciones del dictamen indica que si un dueño permite la salida de un cliente en estado de ebriedad, y éste tiene un accidente en su vehículo, el propietario del establecimiento adquiere responsabilidad por no practicarle la prueba.
«Se pretende vincular a la persona que ha excedido los niveles de alcohol en aire espirado, con el establecimiento, de tal manera que si el titular o dueño permite que la persona en estado de ebriedad conduzca su vehículo, sea obligado solidario por los daños que cause éste en caso de provocar algún accidente», dice el dictamen.
El diputado local Édgar Álvarez Castillo explicó que se trata de una medida para «no solo crear conciencia ciudadana, sino una prevención restrictiva y punitiva, de tal manera que no solamente una persona decida sino involucra al propietario del establecimiento mercantil».
Al presentar el dictamen, el legislador refirió que, al aplicar el alcoholímetro en las calles, se ha avanzado en la concientización de la sociedad, pero el consumo del alcohol en establecimientos mercantiles, dijo, sigue siendo elevado, y los horarios son indistintos.
Dijo que si bien los accidentes vehiculares producidos por el consumo excesivo de alcohol han disminuido en 25%, los puntos establecidos del alcoholímetro tienen un margen de error mayor a 50% en sus ubicaciones.
Por ello, argumentó, es necesario dotar al gobierno de la ciudad con instrumentos jurídicos más efectivos para enfrentar el problema que existe, y evitar más accidentes graves provocados por los ciudadanos que no han controlado el consumo excesivo de bebidas embriagantes.
Con información de Notimex.