Por segundo año consecutivo, el Festival de Cine de Cannes presentó la ópera prima de una estrella de Hollywood, esta vez se trató del primer largometraje dirigido por Natalie Portman, “A Tale of Love and Darkness”.
Adaptado de una novela autobiográfica del escritor israelí Amos Oz, el filme es una ambiciosa pieza de época que grafica el nacimiento del estado de Israel y la iniciación de un chico a las realidades de la decepción y la muerte.
Portman, nacida en Israel, también escribió el guión y actúa en la película hablada en hebreo como la madre del niño, Fania, una mujer sofisticada y creativa cuyos sueños no pueden resistir la agotadora realidad del día a día.
La película de Portman se exhibió fuera de competencia en Cannes, al igual que lo hizo el filme de Ryan Gosling Lost River el año pasado.
A Tale of Love and Darkness no generó entre la crítica una respuesta tan fuerte como Lost River, un cuento de hadas barroco urbano calificado en general como un ambicioso fracaso.
El filme de Portman, una adaptación respetuosa con un vívido sentido del lugar pero personajes menos memorables, recibió un aplauso leve en su presentación del viernes, previo a su función de gala del sábado.