A partir del levantamiento arquitectónico con un escáner láser de la iglesia franciscana de San Bernardino de Siena, en Xochimilco, que data del siglo XVI, especialistas del INAH confirmaron la hipótesis de que la edificación construida sobre un “teocalli”conservó el alineamiento prehispánico hacia el volcán Iztaccíhuatl.
Dicho trabajo permitió hacer una medición puntual de dicho alineamiento, que sustenta la hipótesis de que los templos católicos del siglo XVI se construyeron sobre antiguas construcciones ceremoniales de los principales pueblos de Mesoamérica, orientados hacia las montañas más prominentes por donde sale o se oculta el sol.
En declaraciones al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INHA), la historiadora y arqueóloga Araceli Peralta Flores señaló que con este trabajo se pudo determinar la hora en que el sol se ubica en la cima del Iztaccíhuatl y permite el alineamiento arqueoastronómico el 24 de febrero a las 7 horas con 24 minutos y 48 segundos.
Esta alineación también pasa cerca del sitio arqueológico IZ-01, El Pecho, que se ubica en las cercanías del volcán y fue registrado por el investigador y espeleólogo Arturo Montero.
Peralta explicó que el sol se alinea en el templo de San Bernardino de Siena de igual manera que como cuando existió el teocalli dedicado a Cihuacóatl (mujer-serpiente), de acuerdo con documentos del fraile Diego Durán (1537–1588).
La investigadora dijo que entre las primeras mediciones que se han hecho destacan las del arqueólogo Ivan Sprajc, quien señala que el sol sale detrás del pecho del Iztaccíhuatl, nombre que significa “mujer blanca”, simulando que la mujer dormida da a luz a un ser astral.
También están los registros del investigador Rafael Zimbrón, quien ha estudiado numerosos alineamientos arqueoastronómicos en Xochimilco y en Milpa Alta.