La vida le debía un éxito más al piloto alemán Nico Hulkenberg. Menospreciado por los equipos grandes de Fórmula 1 a pesar de su rendimiento que lo coloca como uno de los competidores más rentables de la categoría, Porsche y Le Mans le dieron una oportunidad de colocar su nombre entre los más grandes y no la desaprovechó.
Con apenas una carrera de experiencia en el 919 Hybrid; Hulkenberg, acompañado por el neozelandés Earl Bamber y el británico Nick Tandy, se apuntó su primera victoria sobre el circuito de más de 13 kilómetros de La Sarthe.
La tripleta del prototipo número 19 no partía como la favorita; ese sitio le correspondía al 17 manejado por Mark Webber, Brendon Hartley y Timo Bernhard, quienes al final cruzaron la meta en el segundo puesto haciendo un histórico 1-2 para la marca de Stuttgart y terminar así el dominio de Audi.
Tras arrancar en la tercera posición, la tripleta conformada por Hulkenberg, Bamber y Tandy tomó el liderato a partir de la décima hora para ya nunca más soltarlo.
“Disfruté cada momento”, expresó Hulkenberg quien es compañero del mexicano Sergio Pérez en Force India y que por ahora busca aún un sitio en McLaren, Mercedes o Ferrari, mismo que se le sigue negando a pesar de sus resultados.
Para el alemán existían dudas de qué podría hacer con un coche del Campeonato Mundial de Resistencia, completamente diferente a lo que él maneja en la máxima categoría del automovilismo. “Estos coches son muy divertidos de manejar. El ritmo fue realmente alto y no era lo que yo esperaba de una carrera de resistencia. Yo no pensaba que podría llegar aquí y hacer una actuación de este tipo”.