Un puñado de arándanos aporta tan solo 45 kilocarorías. Además de hacer las delicias de muchos en el sabroso mundo de la repostería, este fruto de color azulado esconde en su pequeño tamaño numerosos beneficios para la salud.
Gracias a los polifenoles que contiene en la piel y a su alto contenido en vitamina C, los arándanos son grandes antioxidantes que ayudan a frenar el envejecimiento celular y a prevenir enfermedades como el cáncer. Además, la variedad roja de este fruto actúa como un potente antibacteriano, siendo su consumo especialmente interesante para prevenir enfermedades del tracto urinario, como son las cistitis de repetición.
Por otra parte, el contenido en fibra de estos frutos beneficia el tránsito intestinal. Además, gracias al potasio que contienen, son grandes diuréticos ayudando a eliminar toxinas del organismo y a mantener sanos los riñones. También son ricos en ácido quínico por lo que su consumo ayuda a prevenir la formación de cálculos urinarios.
También están especialmente recomendados para las personas con tendencia a sufrir anemia, ya que aportan pequeñas cantidades de hierro y vitamina C que intervienen en la formación de los glóbulos rojos de la sangre.