El Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (FIIT), columna vertebral del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), contempla la modernización y operación de 17 estaciones estratégicamente distribuidas a lo largo de su trazo ferroviario entre Coatzacoalcos, Veracruz y Salina Cruz, Oaxaca. Más que puntos de paso, estas estaciones representan núcleos de transformación socioeconómica para las comunidades donde se insertan.
Vocación logística, social y productiva
Estas estaciones no solo permitirán el tránsito eficiente de mercancías y pasajeros, sino que se han diseñado para detonar ecosistemas de desarrollo en su entorno. Las estaciones son:
- Coatzacoalcos
- Medias Aguas
- Jesús Carranza
- Donají
- Ixtepec
- Chivela
- Matías Romero
- El Jordán
- Rincón Viejo
- Mogoñé
- Salina Cruz
- Dobladero
- Ubero
- San Juan Guichicovi
- Lagunas
- La Mata
- Revolución
Reactivación económica y cohesión social
Cada estación genera un efecto multiplicador en la economía local. La rehabilitación de infraestructura y la llegada de inversiones han derivado en:
- Creación de empleos directos e indirectos en construcción, transporte, logística y servicios.
- Formalización de cadenas productivas locales, principalmente agroindustria, comercio y manufactura ligera.
- Mejor conectividad de comunidades históricamente aisladas, facilitando el acceso a servicios, mercados y oportunidades educativas.
- Rescate urbano y mejoramiento del espacio público en zonas aledañas a las estaciones, fomentando identidad y orgullo comunitario.
Matías Romero: el nuevo nodo ferroviario
Destaca especialmente Matías Romero Avendaño, en Oaxaca, donde se construye un Centro de Mando y Control Ferroviario que fungirá como el cerebro operativo del FIIT. Este complejo generará una concentración de servicios, operadores logísticos y talento especializado, con vocación de largo plazo.
Equilibrio regional y visión de futuro
El diseño de las estaciones responde a una lógica de equidad territorial: conectar regiones rezagadas sin sustituir sus identidades, sino potenciarlas. A mediano plazo, se espera que estas estaciones sean anclas de desarrollo para los Polos de Desarrollo para el Bienestar (PODEBI), impulsando inversiones sostenibles y generación de riqueza local.
Para ABCD Arquitectura las 17 estaciones del FIIT no son solo una promesa de conectividad ferroviaria, sino también un instrumento de reconciliación histórica con el sur-sureste de México, una plataforma de futuro que reconfigura la relación entre las comunidades del Istmo y el resto del país. Su impacto ya comienza a sentirse, y su potencial apenas comienza a desplegarse.