La inquietud que representa la destrucción del patrimonio cultural y la relación con los ancestros y el trauma que significa el atentado contra el futuro, el cual supone la violencia contra los jóvenes. Estas dos preocupaciones son los ejes que guían la exposición que el artista chino Ai Weiwei (1957) presentará en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) del 13 de abril al 6 de octubre.
Bajo el título de Restablecer memorias, el portal del recinto ubicado en Ciudad Universitaria detalla que, a pesar de la distancia geográfica, el creador y activista “explora los traumas de las experiencias de China y México en un relato que apela a la obligación de construir la memoria social”.
Curada por Cuauhtémoc Medina, en colaboración con Virginia Roy, esta muestra exhibe “el mayor readymade histórico-político” de Ai Weiwei: el Salón ancestral de la familia Wang (2015), un templo de madera de la dinastía Ming que registra la destrucción del patrimonio cultural chino bajo la violencia de la revolución, la pérdida de la sociedad rural tradicional y la venta de antigüedades. “Esta ruina de 400 años ejemplifica las complejas negociaciones entre lo nuevo y lo viejo”, se explica en la página.
Quien ha criticado constantemente al gobierno chino por su postura respecto a la democracia y los derechos humanos —lo que le valió en 2011 un arresto de 81 días, pretextando “delitos económicos”— visitó México en 2016, lo que motivó el inicio de un nuevo proyecto sobre la “pérdida del futuro”.
A través de un documental y una serie de retratos fabricados con piezas Lego, Ai Weiwei evoca las consecuencias personales y sociales de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, ocurrida entre el 26 y el 27 de septiembre de 2014. Esa vez recorrió Tepito, el Centro Histórico, Ciudad Nezahualcóyotl y Ecatepec.
Con la presencia del polémico creador, el MUAC festejará diez años. Inaugurado el 26 de noviembre de 2008, ha albergado unas 150 exposiciones y ha recibido a cinco millones de visitantes.