Alemania va camino de convertirse en el primer país europeo en reconocer legalmente el «tercer sexo», después de que el Tribunal Constitucional emplazara este miércoles al Parlamento a legislar sobre el tema antes del 31 de diciembre de 2018.
El alto tribunal dio este plazo a la Cámara Baja para votar la legalización de «un tercer sexo» en los registros de nacimiento junto con las menciones «masculino» y «femenino».
La jurisdicción basada en Karlsruhe invitó a los diputados a introducir en esos documentos una mención que podría ser «inter», «diverso» o cualquier otra «designación positiva del sexo». A consecuencia de ello, todos los documentos oficiales de identidad deberían verse afectados por el cambio.
Entretanto, la administración alemana no podrá obligar a identificarse como persona de sexo masculino o femenino a los intersexuales, es decir, quienes presentan características anatómicas, cromosómicas u hormonales que no son propias de un sexo ni del otro, precisó el Constitucional.
Para los jueces, el derecho general de la personalidad abarca también «la identidad sexual», incluida la de aquellas personas que «no pueden incluirse de forma duradera en la categoría sexual masculina o femenina».
Consideran, por tanto, que la ley existente es «discriminatoria», recordando «la importancia extrema de la clasificación (sexual) para la identidad individual».
Desde mayo de 2013, los alemanes podían dejar en blanco el espacio relativo al sexo en los documentos administrativos, y los interesados podían luego en el curso de sus vidas optar por el sexo masculino o femenino, o no precisar nunca el género.