La 36 edición del FMX-Festival de México en el Centro Histórico, que se efectuará del 19 de marzo al 5 de abril, en una veintena de recintos y plazas públicas, será “muy festivo” anuncia Francesca Saldívar, su directora-fundadora durante 13 años, y de nuevo al frente desde hace tres años.
Entre las cerca de 90 funciones y el medio centenar de actividades, Saldívar recuerda que este año se festeja el 250 aniversario del natalicio de Ludwig van Beethoven, a quien se le rendirá homenaje por medio de ocho conciertos, tanto de su música de cámara como sinfónica. Además, el festival se clausurará con una romería en la estatua de Beethoven, a un costado del Palacio de Bellas Artes, en que “le vamos a cantar las mañanitas con mariachis. Se están uniendo integrantes de varios coros, entonces terminaremos cantando La oda de la alegría”.
Se inaugurará el festival, en el Templo de Santo Domingo, con un homenaje al compositor barroco italiano Antonio Caldara (1670-1736), autor de música sacra de “primerísima”. También habrá un estreno mundial de una obra de guitarra a cargo de cuatro compositores mexicanos. “Estamos encantados de tener no sólo una, sino dos óperas dentro de la programación: Dido y Eneas, de Purcell, los días de 27 y 28, en el Teatro de la Ciudad, y Lady Mcbeth de Mtsensk, con música de Shostakovich, el 29 y 31 de marzo, y el 2 y 5 de abril en el Palacio de Bellas Artes (PBA).
La afamada bailarina Elisa Carrillo participará por primera vez el festival con una gala de invitados el 4 de abril en el PBA.
Entrevistada, Saldívar recuerda que el festival nació en un momento que el Centro Histórico (CH) estaba abandonado, entonces había que darlo a conocer a los que lo desconocían. Aunque ya se conoce mucho, “nos interesa que una vez al año, en una temporada de dos semanas y media, vuelven los ojos y la atención de nuestro CH, a sus iglesias y patios. Hay interés por él, sin embargo con nuestra sobre población, con lo que sucede en esta inmensa urbe, es necesario cuidar ese Primer Cuadro nuestro. Allí está toda nuestra historia”.
Saldívar reconoce que en los últimos años “se desdibujó un poco” el festival, por eso fue llamada a regresar, aunque siguió siendo directora de su patronato. Dice convencida: “El festival no puede ser nada más en el PBA y el Teatro de la Ciudad; tiene que entrar a los recintos del CH. Esto lo estamos en el proceso de recuperar con una programación de interés”.
El festival cuenta con un presupuesto de 12 millones y medio de pesos. “Es risible todo lo que logramos, sin embargo lo que enternece es que los artistas quieren estar porque para ellos es curriculum y como sí se sabe que tiene nivel”. Es el mismo presupuesto de 2019: “Un tercio se fondea por el patronato y la Iniciativa Privada, otro tercio por la Secretaría de Cultura (SC) federal, y el último por la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México. Así debería de funcionar. El año pasado, pese a que tuvimos que recortar el festival, nuestra presencia fue importante para dar a notar que ya saltamos un sexenio y ya estamos nuevamente aquí”. Ahora, “sí contamos con el presupuesto de la SC federal”, mientras que la local les ha apoyado, por ejemplo, con la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México.