Con la implementación de un novedoso sistema por medio de la fermentación orgánica asistida, un ingeniero agropecuario realiza una investigación para recuperar el hábitat de la mariposa Monarca, en Angangueo, Michoacán.
En una entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Pablo Jaramillo López detalló que trabaja desde hace tiempo con biosólidos humanos mezclados con ceniza de carbón mineral, para así recuperar los suelos afectados.
“En unidad con el Laboratorio de Agroecología, utilizamos los abonos que preparo con diferentes técnicas, materiales y recursos para descontaminar suelos y evaluar su desempeño con hongos micorrízicos, tanto en campo como en laboratorio”, comentó el especialista.
“Usamos un material orgánico que se llama Bokashi, producido por estiércol de ganado, levadura y microorganismos activados”, agregó.
La técnica Bokashi consiste en una fermentación orgánica asistida, la cual se puede hacer con cualquier desecho de origen animal que habite en la región, explicó López.
Añadió que a esta fermentación se le mezcla tierra de la localidad, levadura común, salvado de trigo y desechos de maíz. El material queda listo en 15 días, a diferencia de la composta tradicional que tarda entre cuatro y cinco meses.
Los resultados del proyecto de López demuestran que el abono se abastece de un excelente sustrato, lo que facilita el desarrollo de microorganismos en lugares donde la actividad minera dejó severos daños ambientales.
“Uno de los objetivos principales del proyecto es recuperar los espacios que están muy empobrecidos”, señaló el también doctor en Biología de la Universidad de Western Ontario.
“En la región de la mariposa Monarca hemos hecho una investigación muy interesante con estos abonos, que además son preparados con ayuda de las personas que viven en las comunidades indígenas”, resaltó.
Entre los problemas a los que se enfrentó López es que en la mayoría de los lugares donde había árboles, la fermentación no funciona de manera correcta debido a que año con año se reforesta, lo que evita una supervivencia adecuada.
El investigador, de nacionalidad ecuatoriana, anunció que con sus experimentos busca acceder a un proyecto futuro que contempla la recuperación del suelo en zonas mineras del estado con una amplia acumulación de tóxicos, para reformar el uso del suelo y reactivar la vida forestal y agropecuaria.