Frutas y verduras abundantes ayudan a detener esclerosis

La esclerosis múltiple es una enfermedad neurodegenerativa caracterizada por la destrucción por el sistema inmune de la capa de mielina que protege las neuronas. No en vano, ya se sabe que el consumo de trigo aumenta la sintomatología asociada a la esclerosis múltiple. Pero como muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore (EE.UU.), las dietas ricas en frutas, verduras y cereales integrales parecen reducir los síntomas y, por tanto, la discapacidad, asociada a los distintos tipos de esclerosis múltiple –recurrente-remitente y progresiva, tanto primaria como secundaria.

Como explica Kathryn C. Fitzgerald, directora de esta investigación publicada en la revista Neurology, «los pacientes con esclerosis múltiple me preguntan con frecuencia si hay algo que puedan hacer para retrasar o evitar la discapacidad, y muchos quieren saber si su dieta puede jugar un papel en este sentido. Sin embargo, se han realizado muy pocos estudios al respecto. Y en este contexto, si bien nuestro trabajo no establece si un estilo de vida saludable reduce la sintomatología de la enfermedad o si los síntomas graves hacen que resulte más difícil adoptar un estilo de vida saludable, ofrece evidencias de una asociación entre ambas situaciones».

Los resultados de las investigaciones mostraron que las personas con la alimentación más saludable tuvieron, frente a los de la dieta más rica en carnes rojas, dulces y refrescos, una probabilidad hasta un 20% menor de sufrir una discapacidad física grave. Un beneficio, además, que resultó independiente de otros factores asociados a la discapacidad en la esclerosis múltiple, caso de la edad o del tiempo transcurrido desde la aparición de la enfermedad.

En definitiva, los hallazgos del nuevo estudio se unen al creciente número evidencias que sugieren que la sintomatología asociada a la esclerosis múltiple podría estar condicionada por la alimentación. Pero es posible que este beneficio pueda incluso ampliarse con la adopción de hábitos saludables no solo en lo que respecta a la comida, sino a toda la vida en general.