La Comisión Permanente de Antigüedades de Egipto ha accedido al uso de radares en la tumba de Tutankamón para confirmar la presencia de dos cámaras funerarias vecinas ocultas, una de las cuales podría ser la de la reina Nefertiti, informó hoy el ministro egipcio de Antigüedades, Mamduh al Damati.
En un comunicado, el responsable gubernamental señaló que la comisión acordó ayer dar el permiso para el uso de este tipo de tecnología, después de confirmar que no afectará al estado de los muros interiores de la tumba del «faraón niño».
Además, la comisión confirmó también que estos trabajos contribuirán a descubrir la verdad, sin necesidad de tocar la tumba de Tutankamón, sobre la teoría arqueológica lanzada por el egiptólogo británico Nicholas Reeves, que sostiene que una de las cámaras ocultas podría ser la de Nefertiti.
El equipo de investigación avanzó así en el proceso de obtención de permisos para poder comenzar sus trabajos en el menor tiempo posible, añadió la nota.
Asimismo, Al Damati destacó que la obtención del acuerdo por parte de la Comisión Permanente de Antigüedades «representa un nuevo paso que podría conducir a un gran descubrimiento arqueológico, que sería el descubrimiento del siglo», en alusión a la posibilidad de que la teoría de Reeves sea cierta.
El pasado 1 de octubre, en una rueda de prensa junto al egiptólogo británico, Al Damati afirmó que espera que el enigma sobre la posibilidad de que se encuentre la tumba de Nefertiti detrás de la de Tutankamón se resuelva «antes de final de año».
El ministro se mostró seguro de que hay «algo» detrás de la cámara del joven faraón, aunque ofreció dudas sobre el hecho de que sea Nefertiti, madrastra de Tutankamón, quien realmente esté enterrada junto a su hijastro.
Según Al Damati, podría ser también la reina Meritatón (hija y mujer de Akenatón, el padre de Tutankamón) o incluso la madre de Tutankamón, Kiya».