Para proteger la tradición y expresión cultural que se remonta a tiempos prehispánicos y cuya tradición se ha fortalecido en mil años de historia, comerciantes y comunidad de la Central de Abasto de la ciudad de México acordaron solicitar ante la Unesco la Declaratoria de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Víctor Hugo Rodríguez, presidente del Consejo Nacional de Cultura Gastronómica (CNCG), expresó que esta Declaratoria permitirá salvaguardar la tradición no solo de la Central, sino de los 329 mercados y más de 300 tianguis que alimenta diariamente.
En el evento se firmó una carta de intensión promovida por el CNCG en la que los representantes acordaron comprometerse a que, desde sus ámbitos de competencia, realizarán acciones para lograr una mejor Central y resguardar las tradiciones vivas que se viven diariamente en el mercado que funciona las 24 horas los 365 días del año.
Esta Declaratoria también protegerá los usos y costumbres que alberga elementos como la venta directa del productor agrícola, el carretillero (diablero, como heredero del tameme), los sectores de frutas, semillas, herbolaria o plantas medicinales, el tradicional trato marchante-comprador etc.
La preservación y protección, porque queremos que nuestros hijos y nietos tengan la maravillosa experiencia de contar con la Central de Abasto, que no se termine la gran gloria comercial que encabezan familias de comerciantes, empresarios visionarios, trabajadores.
A partir de la implementación de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial 2003, de la cual México forma parte, debe de entenderse por patrimonio inmaterial «todo aquel patrimonio que debe salvaguardarse y consiste en el reconocimiento de los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas transmitidos de generación en generación y que infunden a las comunidades y a los grupos un sentimiento de identidad y continuidad, contribuyendo así a promover el respeto a la diversidad cultural y la creatividad humana».