Investigadores del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco, A.C. (Ciatej) desarrollan un proyecto para emplear “esponjas” de nanopartículas que atrapen contaminantes en el Lago de Chapala, modelo que utilizarán para validar la técnica de biorremediación en cuerpos de agua.
Los científicos trabajan en una planta piloto, que sería a su vez la base para implementarla en plantas de tratamiento y prevenir la descarga de contaminantes, pero también podría aplicarse en filtros domésticos, señala en entrevista Cristina del Carmen Torres Duarte, de la Unidad de Tecnología Ambiental del Ciatej. Otro aspecto importante que ha resultado de la investigación es la alta cantidad de compuestos contaminantes que antes no eran comunes y que refleja que los jaliscienses han incrementado su consumo de bebidas y alimentos de dieta.
El proyecto se lleva a cabo en colaboración con académicos de la Universidad de Guadalajara e investigadores de la Universidad de California Santa Barbara, quienes han trabajado con estos nanomateriales magnéticos, los cuales han sido sintetizados para funcionar como esponjas muy selectivas para cierto tipo de compuestos llamados contaminantes emergentes: fármacos, edulcorantes y antibióticos, entre otros, explica la investigadora. “Son compuestos que no se deshacen tan fácilmente en el medio ambiente y que pueden traer consecuencias a largo plazo. En el caso del Lago de Chapala, es nuestra principal fuente de agua potable en la zona metropolitana y estamos en riesgo de que esos contaminantes regresen a nosotros en el agua que bebemos”.
En el laboratorio, los científicos han probado la eficacia de estas “nanoesponjas”, por lo que el objetivo ahora es hacer pruebas en condiciones reales. Uno de los retos, refiere, es que los nanomateriales si bien son muy buenos para realizar funciones de remediación, debido a su tamaño, son a su vez difíciles de remover del medio ambiente. Por lo tanto, desarrollan las tecnologías para implementar eficientemente las nanoesferas y no generar otro problema. Esta implementación consistiría en una bomba, que se instale en el lago, que regrese el agua limpia o en una alternativa preventiva:
“Los contaminantes llegan al lago a través de las descargas de plantas de tratamiento de agua, por lo que podríamos emplear filtros, lo cual es más fácil de implementar”. Los científicos esperan terminar un prototipo a mediados del próximo año, debido a que las restricciones presupuestales retrasaron el proyecto. Después de esa etapa, se requerirá un financiamiento posterior para llevarlo a otra escala.
Las nanopartículas —llamadas Mag-PCMAs, por sus siglas en inglés (Magnetic Permanently Confined Micelle Arrays)— son esferas de óxido de hierro, que funcionan como un imán, a las cuales se les trata con compuestos similares a los detergentes domésticos, que tienen la capacidad de absorber los contaminantes y así volverse un imán selectivo de este tipo de compuestos. “Es más fácil utilizarlos en cuerpos de agua porque es más fácil hacerlos circular, aunque también se han empleado materiales similares para limpiar suelos contaminados con plaguicidas o fertilizantes”.