Tras casi 56 años de hostilidades y retórica política, Washington y La Habana ha dado un giro de180 grados a sus relaciones políticas y económicas. El embargo queda prácticamente desbaratado y pronto habrá embajadas en las dos capitales.
Tras la liberación del contratista Alan Gross de una cárcel en la isla comunista y su intercambio por tres cubanos detenidos en Estados Unidos por espionaje, la Casa Blanca ha adelantado que como parte del acuerdo los dos países establecerán próximamente relaciones diplomáticas completas a nivel de embajada. Ahora se resumen a una sección de intereses y un consulado, bajo la protección de Suiza.
«Hoy, Estados Unidos está tomando medidas históricas para trazar un nuevo rumbo en nuestras relaciones con Cuba y para confraternizar y comunicarse con el pueblo cubano. Estamos separados por 90 millas de mar, pero unidos gracias a las relaciones entre los dos millones de cubanos y cubano-americanos que viven en Estados Unidos con los 11 millones de cubanos que comparten una esperanza similar de llevar a Cuba a un futuro más prometedor», dice una nota de la Casa Blanca distribuida con el adelanto del anuncio que hará el presidente Barack Obama y Raúl Castro al mismo tiempo.
El documento apunta claramente que la política de aislamiento a Cuba ha sido un fracaso y enumera una serie de medidas que, prácticamente, levantaran el embargo comercial a la isla.
«Está claro que las décadas de aislamiento de Cuba por parte de Estados Unidos no han conseguido nuestro perdurable objetivo de promover el surgimiento de una Cuba estable, próspera y democrática.