El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), a través de la Dirección General de Publicaciones y su Programa Nacional Salas de Lectura en colaboración con las instancias de cultura estatales y Librerías Educal, iniciará la campaña de entrega de dos mil Tarjetas Recompensa Educal a mediadores de lectura de todo el país, bajo el lema “La experiencia de leer tiene sus recompensas”.
Los primeros en recibir dicho estímulo serán 160 mediadores del estado de Jalisco, quienes obtendrán las tarjetas precargadas con 200 pesos, en el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.
Durante 2016 se distribuirán las restantes mil 840 tarjetas precargadas, con el apoyo de los Fondos Especiales de Fomento a la Lectura de las 32 entidades federativas, en el marco de los encuentros estatales de mediadores y de la actualización de credenciales.
Para recibir la Tarjeta Recompensa Educal se tomará en cuenta a los mediadores con alto índice de participación que envían sus reportes de manera continua a través de la página web del PNSL.
Al presentarla en cualquier Librería Educal el usuario contará de forma permanente con los siguientes beneficios: 10 por ciento de descuento en libros editados por el Conaculta; cinco por ciento de descuento en títulos de otras editoriales, y envíos gratis a través de la tienda virtual. Además, los portadores de la Tarjeta Recompensa Educal serán acreedores a regalos y promociones especiales; recibirán 10 por ciento de descuento en cafeterías La Finca y tendrán acceso a las actividades de la red Conaculta.
El PNSL de la Dirección General de Publicaciones tiene como objetivo la creación de comunidades lectoras por medio del desarrollo de espacios donde se promueve de manera libre, gratuita e incluyente, el hábito de leer. En 2015, el PNSL cumple 20 años de labor constante con más de dos mil 500 Salas de Lectura en todo el país, que funcionan gracias a voluntarios de la sociedad civil que han decido formarse como mediadores de lectura.
El equipo voluntariado del PNSL está formado por hombres y mujeres mayores de 18 años que han terminado su educación básica. Pueden o no ser dueños del espacio que ofrecen (hay salas en kioscos, reclusorios, mercados, centros de readaptación social, salas de espera y en hogares familiares), pero siempre encuentran, dentro de sus agendas y horarios personales, momento para la mediación.