Cuando pensamos en arqueología es normal pensar en exploradores intrépidos y en excavaciones minuciosas. Sin embargo, en los últimos tiempos ha aparecido una nueva tecnología que está revolucionando la forma de indagar en el pasado. Una técnica que a través del láser pretende rescatar el legado prehispánico que yace debajo del suelo.
Hace unos meses esta técnica se usó para hacer un mapa virtual de Angamuco; una urbe construida los purépechas hace más de 1ooo años, que se encontró a media hora de Morelia. El hallazgo fue tan delirante que uno de los tantos arqueólogos que trabaja en la zona dijo: «Todo este tiempo había una metrópoli debajo de nosotros, en el corazón de México, y no lo sabíamos. Esto es asombroso» .
Hay que recordar que los purépechas fueron una civilización muy importante en la época precolombina. En el siglo XVI eran los principales enemigos de los aztecas y sus complejos asentamientos estaban ubicados a un costado del Lago de Pátzcuaro, justo donde actualmente viven las comunidades indígenas de Michoacán. Muy cerca de la capital purépecha más importante que ha existido, la grandiosa Tzintzuntzan.
Hasta ahora, este descubrimiento ha sido fundamental para comprender cómo vivía en la antigüedad la mística comunidad indígena del este de México. Esto se debe, sobre todo, a que el universo subterráneo que se encontró gracias al poder del láser mide del doble que Tzintzuntzan y además, se calcula que en ella habían al menos 40 mil simientes, un volumen parecido al de la isla de Manhattan, en Estados Unidos.
Con información de MX City