Un equipo internacional de astrónomos liderado por la chilena Mónica Rubio descubrió, utilizando el moderno radiotelescopio ALMA, la capacidad que tienen las galaxias enanas para generar estrellas.
Rubio aseveró en rueda de prensa, organizada por la Fundación Imagen de Chile, que el equipo estudió la galaxia enana WLM e identificó condiciones que permiten el nacimiento de estrellas, algo que hasta ahora sólo se creía hacían las grandes galaxias.
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La astrónoma de la Universidad de Chile explicó que, hasta ahora, se creía que las galaxias enanas irregulares carecían del material necesario, a nivel de gas molecular y polvo, para formar cúmulos estelares.
Indicó que “las galaxias de este tipo deberían formar estrellas dispersas en vez de cúmulos concentrados, pero claramente este no es el caso”, en referencia a la galaxia enana irregular WLM (Wolf-Lundmark-Melotte).
Gracias a los datos obtenidos por ALMA, cuyas 66 antenas se encuentran en el norte chileno, a cinco mil metros sobre el nivel del mar, se detectaron en WLM señales milimétricas emitidas por monóxido de carbono, el cual se asocia a la formación estelar.
Los astrónomos creen que las galaxias enanas generan cúmulos estelares, sin tener todo el gas y polvo que suele haber en galaxias más grandes, gracias a densas cápsulas de material esparcidas por toda la galaxia que alimentan los procesos de formación estelar y que hasta ahora no habían sido detectadas.
Para la investigación, que será publicada por la prestigiosa revista Nature, se ocuparon los datos del radiotelescopio Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), considerado el más grande del mundo.
WLM es una galaxia enana, relativamente aislada, que se encuentra a cerca de tres millones de años luz de la Tierra, en los confines del llamado Grupo Local (conjunto de galaxias compuesto por la Vía Láctea, las Nubes Magallánicas, Andrómeda, M33 y docenas de galaxias más pequeñas).