El hallazgo de una nueva serie de monolitos cerca del turístico Stonehenge podría destronar al monumento neolítico convirtiéndose en el más gran de Reino Unido, de acuerdo con un equipo de arqueólogos.
La construcción, que se encuentra enterrada, se sitúa en el sitio arqueológico de Durrington Walls, a unos tres kilómetros de Stonehenge.
Fue realizada a “una escala extraordinaria” hace unos 4 mil 500 millones de años y se cree que sus monolitos, al igual que los del famoso sitio arqueológico en el sur de Inglaterra, se utilizaron para diversos rituales.
“No creemos que haya nada similar en ningún otro lugar del mundo”, dijo el director de la investigación, Vince Gaffney, de la Universidad de Bradford.
“Esto es completamente nuevo”. El nuevo “super henge”, como lo bautizaron los arqueólogos, consta de unos 90 monolitos de hasta cuatro metros y medio de altura.
Los arqueólogos se sirvieron del mapeo digital e imágenes vía satélite para estimar la envergadura del yacimiento, con el que dieron gracias a una sofisticada tecnología de radares. Al igual que en Stonehenge, se cree que los monolitos también estaban colocados en pie, señalaron.
El hallazgo se enmarca dentro del proyecto Stonehenge Hidden Landscapes, liderado por la Universidad de Birmingham y que tiene como objetivo arrojar luz sobre el sitio arqueológico. Y es que pese a las muchas teorías que giran en torno a los colosos de piedra del yacimiento, aún no se sabe cuál era su fin con plena seguridad.
Los resultados de la investigación se mostrarán en dos series documentales de la BBC tituladas Operation Stonehenge: What Lies Beneath (Operación Stonehenge: Lo que yace debajo).
En el lugar ya se había identificado una gran estructura prehistórica circular, pero se ignoraba que “debajo de este gran monumento había otro monumento”, explicó Gaffney.
Según su colega Wolfgang Neubauer, el monumento podría contar con hasta 200 piedras y supone un descubrimiento “fantástico. Las piedras que faltan pudieron ser usadas para construir Stonehenge”, dijo.