El Senado aprobó la reforma política del Distrito Federal, una modificación a 50 preceptos constitucionales que convierte a la capital del país en “entidad federativa” denominada Ciudad de México, con autonomía plena y su propia constitución, la que deberá ser aprobada por una asamblea constituyente a más tardar el 31 de enero de 2017.
La reforma política del Distrito Federal logró más de los dos tercios de la votación requerida: 88 votos a favor, 27 en contra y una abstención, luego de un debate de más de ocho horas en el que senadores del Partido de la Revolución Democrática (PRD) resaltaron que se trata de “una reforma histórica”, a pesar de sus limitaciones.
La mayoría de los votos en contra fueron de senadores del Partido Acción Nacional (PAN) –18–, pero también lo hicieron, por distintos motivos, los cinco legisladores del Partido del Trabajo (PT) y los tres afines a Morena, entre estos últimos Mario Delgado, presidente de la Comisión del Distrito Federal, quien en tribuna resaltó que se trata de “una buena reforma para los capitalinos”, que se da además “en un contexto político en el que las fuerzas que gobiernan en la ciudad no tienen mayoría en el Congreso federal”.