En México 7 de cada 10 mujeres sufren sobrepeso y somos el país número uno en embarazos durante la adolescencia. La ciencia demuestra que, si una mujer embarazada incrementa mucho de peso en este periodo, el riesgo de que su bebé sufra problemas metabólicos en un futuro es alto. Por ello, es de suma importancia promover hábitos de alimentación saludable.
Los requerimientos nutricionales incrementan significativamente en esta etapa, ya que dichos nutrientes son claves, apoyan la correcta programación genética y desarrollo óptimo del bebé, desde que está en el útero. Es importante concientizar a las madres sobre el cuidado de sus hábitos alimenticios y motivar el consumo de alimentos de alta calidad nutrimental porque esto favorece la fertilidad en la mujer, el desarrollo del tejido placentario y asegura las reservas necesarias de nutrimentos durante el embarazo y la lactancia.
La nutrición de la mujer antes, durante y después del embarazo es factor determinante en la salud y desarrollo del bebé. Durante este periodo, la futura mamá manifiesta una mayor demanda nutricional y necesita consumir más calorías a partir del segundo trimestre. Las vitaminas y minerales que deben ingerir en mayor cantidad son: Ácido Fólico, Hierro, Calcio y Vitamina D.
Se recomienda a las mujeres embarazas considerar los siguientes puntos con el fin de satisfacer las nuevas necesidades nutricionales:
1. Tener una dieta equilibrada y variada.
2. Realizar 4 ó 5 comidas al día.
3. En el 1er trimestre de embarazo no consumir calorías adicionales, en el 2° aumentar 340 kcal y para el 3° 452 kcal.
4. Consumir 3 litros de agua al día, preferentemente natural.
5. Comer más de 5 porciones de frutas y vegetales, 3 lácteos y 1 cereal en cada comida.
6. Limitar el consumo de grasas, dulces y sal.
7. Realizar una rutina de ejercicio moderado diario.
El Hierro y el Ácido Fólico son nutrientes determinantes para las mujeres embarazadas ya que son necesarios para la división celular, la correcta formación del tubo neural, el óptimo desarrollo cognitivo y una función sanguínea normal en el bebé. Es importante iniciar el embarazo con un peso adecuado, y subir los gramos recomendados por trimestre, para asegurar un buen comienzo en la vida del nuevo bebé.