La evocadora imagen de una pareja gay en Rusia tomada por el fotógrafo danés Mads Nissen recibió este jueves el premio World Press Photo del año 2014.
La íntima fotografía de Jon y Alex forma parte de un proyecto más amplio de Nissen llamado “Homofobia en Rusia”, que subraya cómo la vida se complica cada vez más para las minorías no heterosexuales en Rusia.
Nissen, quien trabaja para el diario Politiken, dijo ver la imagen, tomada en San Petersburgo, como “una historia moderna de Romeo y Julieta” sobre dos personas enamoradas que se enfrentan a fuerzas externas que quieren negarles sus sentimientos.
Su sensibilidad también parecía querer servir de contrapunto a las macabas fotografías y videos de terroristas que tienden a dominar las noticias.
Según argumentó el jurado, la foto toma de forma expresa posición sobre un tema universal. La vida para homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales en Rusia es cada vez más complicada. Esta comunidad “se enfrentan a una discriminación legal y social, a la persecución e incluso a un odio violento de religiosos conservadores y grupos nacionalistas”, señaló el jurado.
“La foto tiene una gran fuerza estética y muestra humanidad”, dijo la presidenta del jurado Michele McNally, directora de fotografía en el diario The New York Times.
“Hoy en día, los terroristas emplean imágenes explícitas como propaganda. Tenemos que responder con algo más sutil, intenso y reflexivo”, dijo Pamela Chen, también miembro del jurado.
Los organizadores del concurso también criticaron la gran cantidad de fotos presentadas al prestigioso galardón que habían sido demasiado manipuladas, y señalaron que habían rechazado el 20 por ciento de las imágenes que llegaron a la penúltima ronda de decisión.
“Parece que algunos fotógrafos no pueden resistir la tentación de mejorar estéticamente sus imágenes durante la posproducción, ya sea retirando pequeños detalles para ‘limpiar’ una imagen, o en ocasiones con cambios de tono excesivos que suponen una modificación material de la imagen”, señaló el director gerente de World Press Photo, Lars Boering.
Los fotoperiodista de todo el mundo deben encontrar “terreno común” sobre unos estándares aceptables de posproducción de imágenes.