Astronautas rusos presentaron este martes el logotipo del Mundial de Rusia 2018 desde la Estación Espacial Internacional, evento seguido en directo desde la Tierra por el presidente de la FIFA, Joseph Blatter.
“¡Cuenta atrás! Cinco, cuatro, tres, dos, uno’, dijo el astronauta Maxim Surayev, quien logró mostrar al mundo el esperado emblema durante una conexión en directo pese a los visibles efectos de la ingravidez en la plataforma orbital.
El lugar, a 300 kilómetros de nuestro planeta, y la persona elegidas para presentar el símbolo de Rusia 2018, acto en el que también participó la primera cosmonauta rusa del siglo XXI, Yelena Serova, fue mantenido en riguroso secreto y sorprendió a todos los aficionados.
Al mismo tiempo, el logotipo del torneo futbolístico fue proyectado en la fachada del legendario Teatro Bolshói de la capital rusa, la catedral mundial del ballet, para júbilo de los numerosos aficionados allí congregados.
El diseño, que recuerda al de Brasil 2014, muestra a la Copa del Mundo en rojo, el color ruso por excelencia, con la figura en su interior de un futbolista con los brazos en alto en señal de victoria.
Blatter y el futbolista italiano Fabio Cannavaro, campeón mundial en Alemania 2006, fueron las estrellas invitadas al acto de presentación que tuvo lugar durante un popular programa de la televisión rusa.
«La presentación del logotipo es como el pitido inicial de la Copa Mundial», dijo Blatter, quien rindió memoria al legendario guardameta soviético Lev Yashin, el único portero de la historia en ser galardonado con el Balón de Oro.
Según se supo después, en la elección del diseño participaron el italiano Fabio Capello, seleccionador ruso; el portero internacional Ígor Akinféev; la actriz Chulpán Jamátova; el pianista Denís Matsúev; el director de orquesta Valeri Guerguíev, además de miembros del Gobierno ruso y del comité organizador.
Horas antes, Blatter, quien inspeccionó con el jefe del Kremlin, Vladímir Putin, las obras de reconstrucción de la sede de la gran final, el Estadio Olímpico Luzhnikí, rechazó el boicot del Mundial de Rusia. “El fútbol no se puede boicotear. La FIFA defiende firmemente la celebración de este Mundial en Rusia. Es el mayor espectáculo del mundo», insistió y llamó a los críticos a «saber perder’.
Por su parte, Putin, reconocido aficionado al esquí y al judo, pero no al fútbol, estimó en unos 15 mil millones de dólares la inversión en los preparativos y la celebración del Mundial dentro de cuatro años.