El nuevo trabajo de Salgado, presentado en París

Celebrar lo que todavía queda para lograr protegerlo. Con este ímpetu, el fotógrafo brasileño Sebastiao Salgado lanza en París la muestra Amazonia, fruto de un viaje de siete años a las entrañas del mayor bosque tropical del mundo.

Inaugurada este jueves en la Filarmónica de París, la exposición nace con vocación internacional. Viajará a ciudades como Londres y Roma, además de Sao Paulo y Rio de Janeiro, de la misma forma que su anterior gran trabajo, Génesis, dio la vuelta al mundo para mostrar los lugares más bellos y recónditos del planeta.

Pero Amazonia es sin duda su trabajo más personal y reivindicativo. Salgado, de 77 años, tenía incluso la intención de invitar a líderes indígenas a la inauguración para hacer oír su voz contra la destrucción de su hábitat y sus consecuencias para el planeta. Confía en hacerlo en cuanto remita la pandemia.

Las 200 fotografías que componen la exposición imaginada y montada por la esposa del fotógrafo, Lélia Wanick Salgado, están acompañadas de la música de Jarre, quien se sirvió además de los archivos sonoros del Amazonia que atesora el Museo de Etnografía de Ginebra.

«Ni Salgado ni yo queríamos una música de ambiente ni exclusivamente étnica. Un bosque es muy ruidoso, tiene sonidos independientes, no es como una orquesta». Y sin embargo «es armonioso para el oído humano», dijo el compositor.

Para Jarre, «la exposición podría haber sido fruto de un documentalista, pero es el trabajo de un artista. Salgado nos invita a un paseo místico, que es lo que necesitamos ahora que empezamos a salir de esta pandemia».