Esta es la Jeddah Tower, antes conocida como la Kingdom Tower y originalmente la Mile-High Tower. Con 1008 metros no sólo será el edificio más alto del mundo, también el primero en alcanzar el kilómetro de altura. Tras asegurarse un fondo de 1230 millones de dólares este fin de semana, la torre es virtualmente una realidad.
Las obras empezaron hace meses. Sobre el desierto ya se divisan varias columnas de hormigón que se elevan hasta el piso 26. La Jeddah Tower estará terminada en 2020 y formará parte de la Jeddah City, un complejo con el que Arabia Saudita pretende poner Yeda sobre el mapa. Es la segunda ciudad más grande del país, en la costa del mar Rojo. La referencia está clara: en 2010, Dubái presentó al mundo el Burj Khalifa, el edificio más alto en la actualidad. El proyecto está capitaneado por la persona más rica de Oriente Medio: el príncipe Alwaleed Bin Talal. Al Waleed es conocido por su filantropía (hace unos meses anunció que donaría 32.000 millones de dólares a la caridad) y por su excentricidad (demandó a Forbes por subestimar su fortuna en 8.000 millones). Alwaleed Bin Talal y el resto de propulsores de Jeddah City firmaron ayer un acuerdo que asegura un fondo de 2.200 millones de dólares para el proyecto. La mitad se la lleva la Jeddah Tower.
Sólo la torre requerirá 80.000 toneladas de acero y 500.000 metros cúbicos de hormigón. Los cimientos llegan a los 60 metros de profundidad y están pensados para soportar el agua salada del océano. El arquitecto que dirige el proyecto es Adrian Smith, el diseñador del Burj Khalifa. Jeddah Tower tendrá 252 pisos. Los ascensores tardarán 12 minutos en llegar hasta arriba. Por suerte habrá 58 ascensores.