El papa Francisco llamó ayer a condenar cualquier forma de violencia que se justifique en nombre de la religión, durante un encuentro interreligioso en Abu Dabi, en la primera visita de un pontífice a la península arábiga, cuna del islam.
“Hay que condenar sin vacilación toda forma de violencia porque usar el nombre de Dios para justificar el odio y la violencia contra el hermano es una grave profanación. No hay violencia que encuentre justificación en la religión”, destacó Francisco.
“Las religiones, de modo especial, no pueden renunciar a la tarea urgente de construir puentes entre los pueblos y las culturas”, señaló, tras anunciar la firma de un documento de Fraternidad Humana con el gran imán de Al Azhar, Ahmed al Tayeb, la principal institución del islam suní.
“No hay alternativa: o construimos el futuro juntos o no habrá futuro”, advirtió ante representante de otras comunidades, como la judía.
El pontífice concluyó su discurso recordando los conflictos del vecino Yemen, Siria, Irak y Libia y resaltó que “Dios ayuda al ser humano que busca la paz”.