El derecho a la asistencia gratuita para una muerte digna ya es legal en España y entrará en vigor en junio. El país ibérico se convirtió este jueves en el séptimo del mundo donde la eutanasia es legal e ingresa así en el pequeño club donde sólo están Países Bajos, Bélgica, Luxenburgo, Canadá, Nueva Zelanda (ya aprobada, pero entrará en vigor en noviembre) y Colombia (no aprobada por el Congreso, pero legalizada por el Tribunal Constitucional.
En España podrán pedirla los mayores de edad que sufran «una enfermedad grave e incurable» o un «padecimiento grave, crónico e imposibilitante» que afecte a la autonomía y que genere un «sufrimiento físico o psíquico constante e intolerable».
Los solicitantes serán informados de las alternativas y de los cuidados paliativos disponibles; tendrán que confirmar al menos cuatro veces la voluntad de morir, su caso será analizado varias veces y podrán desistir en cualquier momento. Los profesionales sanitarios podrán acogerse a la objeción de conciencia.
Una «comisión de garantía y evaluación», compuesta por personal médico, de enfermería y juristas, supervisará cada caso y será responsable en última instancia de autorizarlo.
La ministra de Sanidad, la socialista Carolina Darias, aseguró que España avanza en el «reconocimiento de los derechos», así como en una sociedad «más justa y decente».