Estudiantes mexicanos buscan alternativas para reducir las altas cantidades de plástico, por ello están desarrollando bolsas hechas a partir de los restos del maíz, informó ayer el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Buscando emular la resistencia de las bolsas hechas con polietileno de alta densidad, estudiantes de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) se sirven de la parte central de la mazorca para obtener biopolímero de celulosa, material que, combinado con otros compuestos, sirve para crear esta alternativa sustentable.
“El plus de nuestro proyecto es que, por los materiales que utilizamos para su elaboración, nuestra bolsa podría ser hasta comestible; es decir, si llega a los basureros o incluso al mar, los animales pueden comerla y no resultarles tóxica”, precisó la líder del proyecto, Mónica Citlali García.
El proyecto fue presentado para competir en el “Premio Santander a la Innovación Empresarial 2018” bajo el nombre de Boltsiri. El nombre surge de elementos de la cultura mexicana, ya que en lengua purépecha “tsiri” significa maíz.