Se cumplieron ayer 25 años de la caída del Muro. Y Berlín lo festejó volviendo a “derribar” una pared, pero esta vez hecha de globos iluminados sobre el trazado de la verdadera. Fueron casi siete mil esferas dispuestas a lo largo de 15 kilómetros, que se colocaron el miércoles y ayer se soltaron una a una en toda la ciudad, entre gritos de alegría de cientos de miles.
La imponente instalación, recorrida el fin de semana por un aluvión de berlineses y turistas de todo el mundo, fue el broche de oro de una celebración llena de música, memoria e imágenes de lo que pasó esa histórica noche del 9 de noviembre de 1989.
Angela Merkel, la primera canciller crecida en la Alemania comunista (RDA), dio un discurso al lado de la llamada “franja de la muerte” en Bernauerstrasse, una de las calles por la que pasaba la frontera. En ese lugar inauguró la ampliación de la zona de recuerdo del Muro al aire libre, y una nueva muestra permanente dedicada al tema. Del acto también participó el exlíder soviético Mijail Gorbachov.
Mientras tanto, miles de personas se iban reuniendo ante la Puerta de Brandeburgo, punto de encuentro para los berlineses tan emblemático como es aquí el Obelisco, para participar en la fiesta central del aniversario.
Hubo shows de estrellas alemanas e internacionales como el británico Peter Gabriel, además de imágenes históricas proyectadas en pantallas gigantes. El cierre llegó con Daniel Barenboim y la orquesta Staatskapelle, que interpretó el llamado “Himno a la alegría” de Beethoven mientras “caía” la frontera simbólica de globos.
