Los países menos favorecidos del mundo recibirán un total de 200 millones de dosis de la futura vacuna anticoronavirus, y la OMS anunció además que busca financiación para distribuir en ellos 120 millones de pruebas de diagnóstico rápidas para frenar la propagación de la pandemia.
El nuevo coronavirus, que ya se ha cobrado más de un millón de vidas en el mundo y ha provocado al menos 33.5 millones de contagios, ha aumentado en muchos aspectos la brecha entre países ricos y pobres.
En este momento, los países con más recursos realizan una media de 292 test por cada 100 mil habitantes, los países con bajos ingresos y medios hacen 61 y los países pobres apenas 14, según datos de Peter Sands, director del Fondo Mundial de la lucha contra el Sida, la malaria y la tuberculosis.
Este martes, el consorcio internacional Gavi, dedicado a campañas de vacunación contra enfermedades infecciosas en las zonas menos desarrolladas, anunció que 100 millones de dosis suplementarias de las futuras vacunas contra el Covid-19 fueron reservadas para los países más pobres.
Las vacunas, que se suman a 100 millones de dosis anunciados en agosto, serán vendidas a 3 dólares, según esta alianza internacional.
Desarrolladas por las empresas farmacéuticas sueco-británica AstraZeneca y estadounidense Novavax, estas vacunas serán después fabricadas por el grupo indio SII, el más importante del mundo en cuanto a producción de dosis, que las donará a la Covax, la coalición creada por la OMS para favorecer el acceso global a las vacunas.
«Ningún país, rico o pobre, debe quedarse en la cola del pelotón en lo referente a las vacunas contra el covid-19», afirmó el doctor Seth Berkley, director general de Gavi, en un comunicado.