Arqueólogos descubrieron en Honduras dos localidades en una región donde se ubicaría la mítica «Ciudad Blanca», en la remota y casi inexplorada jungla de la Mosquitia, dijo el miércoles el Instituto de Historia y Antropología de Honduras (IHAH).
Expedicionarios buscan desde hace casi un siglo la denominada «Ciudad Blanca», llamada así porque fue construida con piedra blanca. En el lugar se tallaron figuras de animales y hombres a escala por una civilización perdida, según referencias de la etnia local Pech, que radica ancestralmente en la región.
De acuerdo a los primeros datos sobre el hallazgo dado a conocer el miércoles, se trata de una civilización que existió entre el año 1000 y 1200 d.C.
«El lugar (a unos 320 kilómetros al noroeste de Tegucigalpa) es tan apartado que no ha sido visitado por hombres en unos 600 años», dijo el arqueólogo Virgilio Paredes, director del IHAH.
En el sitio se han descubierto hasta ahora unas 52 piezas. Algunas de ellas dibujan una especie de rostro de piedra con características de hombre y jaguar, una pirámide de ladrillos de barro y varios montículos, al parecer viviendas. La mayoría de las piezas estaban enterradas.
El hallazgo se produjo la semana pasada por un grupo de expertos de la Universidad de Colorado, Estados Unidos, el IHAH y militares.
Paredes precisó que en este momento no tienen certeza de que el lugar sea la «Ciudad Blanca», mencionada por expedicionarios españoles que llegaron a la región cuando se iniciaba la colonización.
En 1939, el explorador estadounidense Theodore Morde, en el libro The City of the Monkey God (La ciudad del rey mono), relató que había llegado a la «Ciudad Blanca», donde observó pirámides y extrañas estatuas, entre ellas la de un mono.
«No se sabe si es la Ciudad Blanca, lo que sí sabemos es que se trata de unas ciudades que fueron bastante pobladas y que sus habitantes poseían conocimientos de construcción y escultura avanzados para su época», dijo Paredes.
Aseguró que no se trata de ruinas de la civilización Maya, que floreció en la época precolombina en áreas de México, Belice, Guatemala, El Salvador y Honduras.
«Las investigaciones arqueológicas están por venir para descubrir de manera precisa de qué se trata lo que hemos encontrado. El Gobierno está diseñando una estrategia para impulsar los trabajos en la zona», agregó.
Los vestigios fueron detectados inicialmente en 2012, mediante un escaneo aéreo en la región.,3