Estudiar de cerca el Sol, además de su heliósfera interior, regiones inexploradas y más cercanas al “astro rey”, son los objetivos de la misión Solar Orbiter de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés).
La sonda efectuará estudios cercanos y en alta resolución porque se ubicará a una distancia más corta de la Tierra al Sol, con lo que buscarán comprender e incluso predecir el comportamiento de la estrella.
A casi un cuarto de la distancia del “planeta azul” a la estrella, el Solar Orbiter será el primer satélite en ofrecer imágenes cercanas de las regiones polares del Sol, difíciles de observar desde la Tierra.
Debido a que la nave casi coincidirá con la rotación del Sol alrededor de su eje durante varios días, los científicos observarán por primera vez la formación de tormentas solares durante un periodo prolongado desde un mismo punto.
Durante su misión, el satélite soportará potentes emisiones de partículas atómicas procedentes de explosiones en la atmósfera solar.