Cientos de prendas espectaculares diseñadas por el británico Alexander McQueen integran una gran exposición que le ha dedicado Londres, su ciudad, en el gran museo Victoria and Albert.
Ya se han vendido más de 70.000 entradas para esta exposición bautizada «Belleza salvaje», que constituye el «emotivo regreso a casa» de este diseñador, en palabras del director del museo Martin Roth.
A partir del próximo sábado, los visitantes podrán conocer de cerca las 240 piezas que ayudaron a definir el estilo distintivo y en ocasiones extraño de McQueen, en la que es la mayor exposición de moda que ha tenido este museo.
La comisaria de la exposición, Claire Wilcox, describió a McQueen como «uno de los diseñadores más influyentes de su generación, que impactó con sus desfiles espectaculares y poderosos».
La muestra, estimó, es un reflejo de su «compleja narrativa, artesanía del más alto nivel», y su obsesión romántica con la naturaleza.
A la fiesta de inauguración el jueves, asistieron las estrellas británicas David y Victoria Beckham, y las modelos Naomi Campbell, Kate Moss, Eva Herzigova y Poppy Delevigne, así como la actriz mexicana Salma Hayek, el británico Colin Firth y la princesa Beatriz.
En las primeras salas se exhiben sus habilidades técnicas, adquiridas como aprendiz en Savile Row, la calle con los mejores sastres de Londres y probablemente del mundo, y se caracteriza por el corte preciso de las curvas y las siluetas exageradas que se convirtieron en su marca registrada.
Louise Rytter, investigadora asistente del Victoria and Albert, explicó que McQueen era un ávido consumidor de documentales sobre la naturaleza, lo que se refleja en el uso de animales en sus prendas, desde plumas de faisán y ganso a caparazones de navajas, cabezas de cocodrilo o astas.