Tener un horario específico para alimentamos, dormir o tomar medicamentos es clave para que el organismo magnifique su eficacia y funcione adecuadamente, y se pueden obtener mejores resultados para controlar los niveles de azúcar y mejorar salud de diabéticos, revela estudio de la UNAM.
A esta metodología se le conoce como cronoterapia y se utiliza en el diseño de tratamientos para mejorar la eficiencia del metabolismo, controlar los ritmos de sueño o atenuar los efectos adversos de ciertas enfermedades.
Según el estudio, encabezado por Lorena Aguilar Arnal, del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm), la intervención farmacológica en horarios específicos (cronoterapia) es más eficaz para controlar los niveles de glucosa sérica que una intervención sostenida a lo largo del día.
La investigadora del Departamento de Biología Celular y Fisiología del IIBm precisó que nuestro reloj central se encuentra en el núcleo supraquiasmático, en el cerebro, pero además casi todas las células del cuerpo cuentan con su propio reloj, que les permite saber el momento en que es necesario activarse, hacer copias del genoma, termorregularse, y disminuir o aumentar la presión sanguínea.
Para su trabajo, la experta y su equipo revisan genes como DBP, que se expresan de forma cíclica durante el día. En esta fase, ejemplificó, un ratón puede producir entre 500 y 800 copias más que durante la noche. “Es impresionante la diferencia entre el día y la noche de este gen”.
La ganadora de la beca internacional Human Frontiers Science analiza qué ocurre cuando a ratones con alteraciones en el hígado por diabetes se les aplica cronoterapia; para ello, revisó la expresión de genes hepáticos durante el día y la noche y los resultados preliminares indican que particularmente en el día se produce una reprogramación transcripcional, es decir, funciona mejor el organismo y aprovecha más los fármacos, lo que permite la recuperación, siendo el efecto más evidente la eliminación de la inflamación.