El presidente ruso, Vladimir Putin, el turco, Recep Tayyip Erdogan, y el palestino, Mahmud Abbas, presidieron hoy la inauguración en Moscú de la mayor mezquita de Europa, que tendrá cabida para más de 10 mil fieles.
Los tres mandatarios llegaron a la mezquita, situada en un céntrico barrio de Moscú, cerca de las 11.30 hora local (08.30 GMT) y se sentaron junto al presidente del Consejo de Muftíes de Rusia, Ravol Gainutdin.
Al comenzar la ceremonia, el Gran Mufti dijo que este «histórico» acontecimiento servirá para fortalecer la paz y la fraternidad «entre los países, pueblos y culturas del mundo».
Los tres mandatarios se refirieron durante el acto a los conflictos en Oriente Próximo y a la amenaza del terrorismo yihadista.
Los terroristas del llamado Estado Islámico comprometen el islam, una gran religión mundial, siembran el odio, matan a la gente, destruyen monumentos del patrimonio mundial», dijo Putin, quien acusó a los yihadistas de basar su ideología en la mentira, en una abierta perversión del islam.
El jefe del Kremlin, por contra, alabó las enseñanzas que predican los líderes religiosos musulmanes rusos, que «con su autoridad moral, hacen frente a la propagada extremista».
A su vez, Abbas condenó las acciones de los autoridades ocupantes de Israel dirigidas a impedir al acceso de los musulmanes a la mezquita santa de Al Aqsa en Jerusalén, en alusión a los planes del Gobierno israelí de dividir ese templo, el tercero en la jerarquía islámica, entre judíos y musulmanes.