Este año el artista Mathias Goeritz cumpliría 100 años de edad. Sin embargo, a 25 años de su muerte su figura como artista integral del entorno urbano, artístico y arquitectónico, se robustece con una serie de actividades que pretenden ampliar su concepto de arquitectura emocional.
Por esta razón, la exposición El retorno de la serpiente. Mathias Goeritz y la invención de la arquitectura emocional, llegará al Palacio de Iturbide en mayo, procedente del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en España, para después montarse en el Museo Amparo, de Puebla.
Dicha muestra comprende una réplica de “La serpiente”, obra que el artista creó para El Eco, además de apuntes y fotografías cuya intención es dar cuenta del proceso creativo en la obra de Goeritz, dentro del concepto creado por él mismo: arquitectura emocional.
Francisco Reyes Palma, curador de la exposición montada hasta el 13 de abril en España habló con Crónica sobre la importancia de revisar a Goeritz desde el punto de vista creativo, más allá del producto final.
“Mucho se ha hablado y estudiado la obra de Mathias Goeritz, pero en esta ocasión la muestra busca una visión que no se ha intentado antes, y es sistematizar el concepto de arquitectura emocional que buscó conmocionar al espectador; es decir, acercar a la gente a la forma de creación de Goeritz”, explica el investigador.
Agregó que bajo esta noción se puede comprender más al artista como creador de una modernidad alterna al trabajo de los muralistas, un hombre que supo imponer su visión, por lo que su producción es fundamental.
“Las Torres de Satélite se convirtieron en la modernidad del país, en esos años en los que conjugó su trabajo con Luis Barragán o ‘Chucho’ Reyes”, comenta Reyes Palma.
