La autora británica J.K. Rowling, creadora de los exitosos libros de Harry Potter, ha donado un millón de libras a la campaña contra la independencia de Escocia, afirmando el miércoles que creía que era mejor que el territorio siga siendo parte de Reino Unido.
Rowling vive en la capital escocesa, Edimburgo, y será una de los cuatro millones de votantes que decidirán en un referéndum el 18 de septiembre si Escocia debería poner fin a sus 307 años de vínculos con Inglaterra. Rowling dijo que le preocupaba el potencial impacto económico de que Escocia se independice. «Cuanto más leo de una serie de fuentes independientes e imparciales, más llego a la conclusión de que aunque la independencia podría darnos oportunidades -cualquier cambio trae oportunidades-, también conlleva graves riesgos», escribió Rowling en un comunicado.
Rowling, quien nació en Inglaterra pero ha vivido en Escocia durante 21 años, primero dio a conocer su oposición a la independencia en 2012, pero reforzó su postura el miércoles con esta acción.