Aproximadamente 50 años después, de que Japón presentará el tren bala, hoy necesita desesperadamente una actualización. Con la velocidad más alta del Shinkansen de unos 320 km/h, Japón se enfrenta ahora con una intensa rivalidad no solo de los gigantes trenes europeos de Francia y Alemania, sino también de China, cuya ruta de 10 mil km es la red ferroviaria de alta velocidad más larga del mundo.
Para el primer ministro japonés Shinzo Abe, la respuesta se encuentra en el tren de levitación magnética, que alcanza velocidades de 506 km/h. «Es verdaderamente tecnología de ensueño», dijo Abe, en un discurso. Los maglev, como se les conoce, utilizan poderosos electroimanes para flotar y propulsar un tren que se mueve velozmente por encima de sus vías, eliminando la fricción por metal.