Dos razones para vacunar a los varones contra el virus del papiloma humano (VPH) son prevenir distintos cánceres y verrugas genitales y detener la infección de más personas.
Si bien el virus del papiloma humano (VPH) es conocido por ser el responsable de la mayoría de los casos de cáncer de cuello uterino –sólo en 2008 se diagnosticaron casi 530,000 nuevos casos–, este virus representa en la actualidad la causa principal de la enfermedad de trasmisión sexual en todo el mundo.
También causa distintos tipos de cánceres que afectan a los varones, como el cáncer de ano, cáncer de pene y cáncer de garganta. Al mismo tiempo, la infección por algunos de los tipos del VPH puede ocasionar en el varón la aparición de verrugas genitales.
Las estadísticas más recientes del año 2008 advierten que, cada año, el virus del papiloma humano es la causa de 24,000 casos de cáncer anal, de 22,000 casos de cáncer de garganta (orofaringe) y de 11,000 casos de cáncer de pene. De las dos vacunas existentes que previenen la infección por VHP, la tetravalente es la única que ha sido aprobada para ser usada en varones; y que ha demostrado prevenir el cáncer anal, así como también las verrugas genitales.
Hace falta realizar estudios pero se considera que es posible que la vacuna prevenga contra el cáncer de orofaringe, dado que éste en la mayoría de los casos es resultado de la infección por VPH.
Se recomienda que en los varones la vacuna tetravalente contra el VPH sea administrada a partir de los 11 o 12 años de edad y hasta los 26 años.
Otras razones que brindan sustento a la recomendación de la vacunación contra el VPH en varones es que, si bien se trata de un virus que se transmite al tener relaciones o simplemente contactos sexuales con una pareja infectada, el uso del preservativo que es útil en la prevención de otras enfermedades de transmisión sexual como el VIH/SIDA sólo reduce el riesgo de contagio del VPH pero no lo evita por completo, ya que el preservativo no cubre la totalidad de la zona genital que puede estar infectada.