Rusia llegó a México a través de algunos de sus más grandes representantes como Alexandr Ródchenko, Kazimir Malévich, Vladímir Tatlin y Vasili Kandinski.
«Debe ser una de las exposiciones más grandes que se ha hecho de Vanguardia en el mundo, vaya fuera de Rusia. La exposición está en todo el Museo, en las 8 salas del Museo», señaló Mariana Morales, jefa de Registro y Control de Obra del museo del Palacio de Bellas Artes.
Son 513 piezas, distribuidas por disciplinas. Porque Vanguardia Rusa es pintura, dibujo, teatro, cine, fotografía, artes plásticas y gráficas.
«Es un momento en el que hay una ruptura con el clasicismo y con la tradición clásica, con la tradición académica que domina en ese momento todavía el mundo. Queda atrás un poco el arte… el formalismo, el arte figurativo, sobre todo las representaciones de manera literal digamos de la realidad», dijo Sergio Arroyo, curador de la Exposición ‘Vanguardia Rusa, el Vértigo del Futuro».
«Se desacraliza el arte, el arte lo sacan a la calle, lo sacan a la vida, tiene que inmiscuirse en todo y tiene que ser funcional y sobre todo de hacerlo accesible, de sacarlo de los museos», destacó Roxana Romero, subdirectora de Comunicación y Enlace del Museo del Palacio de Bellas Artes.
Era llevar el arte a través de objetos de uso común y en el paso de la gente. Arte en cartel. Publicidad y propaganda.
Este es uno de los carteles rusos más famosos de la Vanguardia Rusa. Su nombre es «Libros». Es una invitación a leer creada por Ródchenko.
«Funcionaron para muchas cosas, primero evidentemente para propaganda política, para trasmitir ideas muy importantes sobre la política, sobre lo que debería de ser el civil, la sociedad», explicó Roxana Romero, subdirectora de Comunicación y Enlace del Museo del Palacio de Bellas Artes.
«Ésta es una exposición que su nombre lo dice, Vanguardia Rusa. Todas estas personas que hicieron este movimiento, nosotros queremos hacer una evocación para reinterpretarlos», señaló Víctor Hugo González, subdirector de Museografía del Museo del Palacio de Bellas Artes.
La sala Diego Rivera ahora es color blanco. Rememora al gran lienzo donde nació el arte ruso. Ahí se podrán encontrar obras como el «Cuadrado Negro sobre Fondo Blanco», de Malévich, una de las obras más representativas de la Vanguardia Rusa.
«Este cuadro en realidad tiene que ver con el Suprematismo, como la dimensión donde lo que impera es el vacío y la nada», señaló el curador Sergio Arroyo.
La gestión del préstamo y la investigación curatorial de casi 30 exposiciones rusas, incluidos los dibujos eróticos de Eisenstein, duró más de dos años.
«Nosotros nos encargamos de reunir la obra de más de 20 museos de las provincias de Rusia. Puedo decir que fue bastante difícil porque primero teníamos que reunir toda la obra en Moscú, entonces cuando ya trajimos más de 500 obras, pues puede entender que tuvimos una campaña de logística bastante complicada y bastante desarrollada», expuso Viktoria Pavienko, subdirectora de la Organización de Exhibiciones. «Vanguardia Rusa. El vértigo del futuro» estará abierta al público a partir del 22 de octubre.