La actriz británica Tilda Swinton fue galardonada hoy con el León de Oro honorífico del Festival de cine de Venecia, un reconocimiento que recibió como “una chica punk” que busca su camino todavía con toda una carrera por delante.
“El cine es mi lugar feliz, mi verdadera patria y su compañía es el árbol genealógico de mi corazón. Quienes recibieron este premio antes son mis maestros y mi tribu”, aseguró al recibir el galardón de manos de Cate Blanchett, este año presidenta del jurado.
La actriz dejó claro que este reconocimiento no es ni mucho menos un broche final: “Yo soy la chica punk obsesionada con el cine que hace autostop en las estaciones para tomar un tren y de todos modos estoy todavía empezando”, sostuvo.
Con su habitual tono impasible, aplaudió la decisión de celebrar la Mostra a pesar de la pandemia, que antes provocó la suspensión de otros festivales importantes como el francés de Cannes. Y subrayó que mientras el mundo afronta la crisis desatada por el virus, podrá seguir contando con “el vasto, gran y plástico Estado del cine”.
“Mientras aprendemos a volver a tener confianza en la evolución y en sus inevitables cambios, y descubrimos y aprendemos a asumir la responsabilidad y a cuidar de todos nuestros tesoros, naturales y culturales, podemos continuar fiándonos del séptimo arte”, alegó.
Como ya hiciera a su llegada al Lido, Swinton terminó recordando al actor Chadwick Boseman, fallecido el pasado viernes, y gritó “Wakanda”, la ficticia nación africana que reinaba Black Panther. E hizo lo propio con la directora hongkonesa Ann Hui, que recibirá el mismo premio que ella el próximo martes.
Venecia se ha esforzado por mantener la celebración de su festival, el acontecimiento cultural más importante de su calendario, pero no ha sido en balde, pues ha tenido que pagar el precio de la ausencia de Hollywood por la pandemia. Pero lo que importa es celebrar el cine y con ello puede contar: “Estamos aquí y lo hemos logrado”, resumió Blanchett al inicio de la gala, en un más que aceptable italiano.