Un componente imprescindible de nuestra dieta tendrían que ser los frutos secos. Lo sugiere una investigación de la revista “JAMA Internal Medicine” que ha visto que comer nueces y cacahuetes se asocia con un menor riesgo de mortalidad general y de mortalidad por enfermedad cardiovascular entre distintos grupos étnicos y las personas con un nivel socioeconómico bajo.
Las conclusiones del trabajo de Xiao-Ou Shu, de la Universidad de Vanderbilt en Nashville (EE.UU.) se basan en el análisis de dos grupos de individuos: 71.764 hombres y mujeres de raza blanca y negra de un nivel socioeconómico bajo residentes en EE.UU. y 134.265 hombres y mujeres de raza asiática de Shanghai (China). En general, los varones, tanto los de EE.UU. como de China consumían más cacahuetes que las mujeres.
Los resultados del estudio mostraron que la ingesta de frutos secos se asociaba con un menor riesgo de mortalidad total y de muerte por enfermedad cardiovascular en todos los grupos. Por ejemplo, en los que vivían en EE.UU. se observó una disminución en el riesgo de mortalidad total del 21% para las personas que comían la mayor cantidad de cacahuetes; dicha reducción, en este caso entre los que comían más nueces, fue del 17% entre los participantes chinos. Además, los investigadores observaron una asociación entre la alta ingesta de frutos secos y un menor riesgo de cardiopatía isquémica en todos los grupos étnicos.