Aunque 117 millones de personas comparten la nacionalidad mexicana, las diferencias a nivel de genes son tan grandes que es como si algunos mexicanos fueran japoneses y otros fueran alemanes. Así dio a conocer ayer la revista Science el resultado de un ambicioso estudio en el que un equipo multinacional analizó muestras de sangre de mil mexicanos que representaban a 20 grupos indígenas y 11 poblaciones mestizas.
Este estudio, publicado por la revista científica más prestigiada del mundo, es el primer análisis a escala fina sobre las pequeñas variantes que se presentan en el genoma humano de personas que habitan en los estados mexicanos que están entre Sonora y Chiapas.
El líder del estudio labora en la Universidad de Stanford, California, pero también colaboraron de manera importante científicos mexicanos del INMEGEN, la ENAH, la Universidad de Guadalajara, el INCMyNSZ, el INER, el Hospital Infantil y la UNAM. Además colaboraron investigadores de otras universidades de Estados Unidos, así como de Francia y Puerto Rico.
“Encontramos una sorprendente estratificación genética entre las poblaciones indígenas en México con distintos grados de aislamiento geográfico. Algunos grupos son genéticamente tan diferentes como lo son los europeos de los asiáticos orientales. Esta información nos obliga a revisar la subestructura genética precolombina y su influencia en la genética de la población indígena y mestiza en todo el país”, indica el estudio encabezado por el profesor Andrés Moreno Estrada, del Departamento de Genética en Stanford.