El tema que el cineasta mexicano Michel Franco plantea en Nuevo Orden le valió este sábado el León de Plata Gran Premio del Jurado del 77 Festival de Venecia, mientras que el Oro fue para Nomadland, protagonizada por Frances McDormand.
Y los presagios se cumplieron. Las dos películas estaban en todas las quinielas, fueron alabadas tras sus estrenos y contribuyeron además a animar una Mostra que transcurría sin grandes sorpresas.
La obra de Michel Franco es una distopía ambientada en su propio país en la que los pobres se rebelan contra las minorías acomodadas buscando invertir el orden bajo la bandera de la venganza.
El suyo es todo un puñetazo en la conciencia con tintes actuales, según advierte. La cinta consiste en «un aviso” a los dirigentes para que limen los abismos de desigualdad que separan a las clases sociales en la gran parte del planeta para evitar eventuales insurrecciones.
Al recoger su León de Plata, de manos de la presidenta del jurado, Cate Blanchett, insistió en esa advertencia y sumó los peligros sociales que puede acarrear la pandemia.
“No tenía ni idea de que, cuando llegara el estreno, la distopía que estaba retratando estaría mucho más cerca de la realidad que de un género cinematográfico”, advirtió desde el escenario en inglés.
Un escenario agravado ahora por la pandemia. Y en este contexto, retó: “A las personas en situación de gran necesidad, ¿se les ha ayudado?, ¿alguien se ha preocupado de verdad por ellos?, ¿O vamos a volver al mismo punto en el que estaban antes las cosas? Espero que podamos cambiar algo”, auguró, para después pedir ayuda para el sector cinematográfico mexicano.
Aunque no tenga el oro, Franco, más conocido en el festival de Cannes, adonde llevó obras como Después de Lucía (2012) o Las hijas de Abril (2017) puede contar con haber mantenido la racha latina en un certamen, Venecia, conquistado por dos compatriotas suyos en los últimos tres años: Guillermo del Toro con La forma del agua y Alfonso Cuarón, por Roma (2018).
(Con información de Crónica)