El Nápoles se proclamó campeón de la Copa de Italia por sexta vez en su historia al superar en la tanda de penales 4-2 a la Juventus, tras empatar 0-0 en tiempo reglamentario en el estadio Olímpico de Roma, a tres días del regreso de la Serie A.
Aunque la victoria significa el segundo campeonato para el mexicano Hirving Lozano con un plantel de Europa, después de coronarse con el PSV Eindhoven, en esta ocasión sólo vio la hazaña desde la banca debido a que ha sido relegado desde que Gattuso asumió la dirección técnica.
El portugués Cristiano Ronaldo, delantero estrella de la Juve, apenas apareció en el encuentro, aunque estuvo a punto de conectar un pase de Dybala. Gianluigi Buffon logró varias atajadas salvadoras en el complemento, por lo que el partido se fue de manera directa a la tanda de penales sin pasar por la prórroga.
La final se realizó en un estadio vacío, aunque representó otro indicio del regreso a la normalidad en Italia, que ha sido azotada por el coronavirus al registrar al menos 35 mil muertos por esta enfermedad. Para evitar aglomeraciones afuera del recinto, la televisión nacional transmitió el partido de manera gratuita por el canal de la cadena estatal RAI.
El conjunto napolitano, en crisis a finales de 2019, con los jugadores en rebeldía, concentraciones obligatorias de su presidente y finalmente el despido de Ancelotti, celebró su sexta Coppa de Italia, título que no levantaba desde 2014 cuando estaba dirigido por el español Rafael Benítez.
La Juventus tendrá que centrar ahora sus esfuerzos en la Serie A, que reanudará actividades el sábado y donde los pupilos de Maurizio Sarri son líderes, pero con apenas un punto de margen sobre el segundo, la Lazio, a falta de 12 jornadas para el final del torneo.
El Nápoles, sexto de la liga italiana en el momento de la pausa por la pandemia del nuevo coronavirus en marzo, tiene ahora ante sí la misión de terminar dentro de los primeros cuatro puestos para obtener un boleto a la Liga de Campeones.